Reseña: La verdad sobre el caso Harry Quebert - Joël Dicker

«La verdad sobre el caso Harry Quebert» de Joël Dicker venía sonándome en la cabeza desde hace tiempo, la novela de 2013 se había convertido en todo en pequeño fenómeno literario de lo que en muchas reseñas llamaron thriller, sin embargo, esa etiqueta no me encaja en el género en el que podría estar esta novela, pues su desarrollo no es para nada trepidante y mantiene un ritmo más bien lento, por lo que creo que es una novela negra al uso. Pero la razón anterior no significa en medida alguna que el texto no mantenga al lector expectante sobre los hechos que narra. 

La novela de Joël Dicker se desarrolla en tres épocas diferentes, 1975, 1998 y 2008, situándose principalmente en la región de Aurora - New Hampshire; lugar en el que acontecen los hechos. Marcus Goldman, un escritor venido a más ha perdido la inspiración y sufre del síndrome de la página en blanco, por lo que decide visitar a su mentor, Harry Quebert quien reside en Aurora, con la esperanza de encontrar una razón para empezar su nuevo libro y acallar las voces apremiantes de su editor y su manejador, pero todo se tuerce cuando descubre que su mentor y querido amigo tuvo una relación en 1975 con Nolla Kellergan, una adolescente de 15 años, mientras él tenía más de 30 años. Pero las cosas pueden volverse más turbias cuando Harry Quebert es acusado de asesinato de aquella adolescente, de quien se creía haber desaparecido en 1975. 

«La verdad sobre el caso Harry Quebert» parecería otro libro más sobre «¿Quién mató a…?», y así es, la misma premisa de un asesinato ocurrido muchos años atrás que se levanta de la tumba para recobrar venganza. Una trama muy vista que Joël Dicker sabe explotar muy bien, creando una atmósfera de misterio que logra atrapar al espectador para luego empujarlo a una narrativa inteligente llena de giros argumentales que tomarán por sorpresa al más avezado lector policiaco, tal vez demasiados giros, sin embargo, ayudan a que el lector desconfíe de todos los personajes y no haga fácil identificar al asesino. 

En cuanto a los personajes, son muchos, como suele ser natural en este tipo de novela, todos giran alrededor de Harry Quebert y Nolla Kellergan, están bien creados y diferenciados, cada uno con su respectivo lugar en el pueblo y sus actuaciones en las diferentes épocas en que se desarrolla la narración. Lo mejor es que la mayoría de ellos tienen sus secretos y motivaciones para haber asesinado a Nolla, haciendo que al lector le sea difícil encontrar un culpable creíble. 

Marcus Goldman será Virgilio llevándonos de la mano por un infierno de secretos que ocultan la muerte de una adolescente mientras lucha con sus propios demonios para lograr escribir su nuevo libro y no convertirse en el fracaso que le augura el futuro. Marcus lleva sobre sus hombros toda la historia y son los ojos del lector en aquel pueblo alarmado por el descubrimiento de que Harry Quebert mató a Nolla Kellergan, y que además sostenía una relación prohibida con ella, una menor de edad siendo él un treintañero. Marcus funge como el detective investigador y es a través de él que conocemos a los personajes y son sus diálogos los que poco a poco van dando luz sobre el caso, son esas conversaciones las que el autor utiliza para dar pista al lector sobre la verdad, pero que también usa como trampa para desviar la atención y dar giros argumentales inesperados, un gran logro dentro de una narración que debe mantener la lógica de los hechos sin que parezcan forzados o que surjan «deus ex machina» molestos. 

Pero no todo me parece una maravilla, Joël Dicker falla en un elemento demasiado importante como para pasarlo por alto, y es que, si bien es cierto que los giros argumentales son importantes para sorprender y generar interés en el lector, no menos cierto es que usa demasiado este recurso por lo que llega a agotarse, es así que decanta en un final que no está a la altura del grueso de la narración, sobre todo si estamos hablando de una novela extensa. También extrañé un buen villano, aunque claro está que no estamos ante un thriller, pero sí hubiera sido necesario colocar a un asesino con motivos de más peso. 

«La verdad sobre el caso Harry Quebert» es una novela que se deja leer, con una narrativa que engancha fácilmente gracias a la forma en que Joël Dicker logra mantener la intriga, pero que tiene un final que a muchos podría decepcionar, pero que en ninguna medida es razón para no dejarse cautivar por la historia.